
King, Augusta Ada Byron (1815 - 1852)
También conocida como Lady Lovelace, Augusta Ada Byron fue la primera programadora de la historia y pionera de la computación.
Hija del ilustre poeta inglés Lord Byron, nació en Londres el 10 de diciembre de 1815. Cinco semanas después, sus padres se separaron y su madre, Annabella Milbanke, obtuvo la custodia de su hija, encargándose de su crianza y educación y prohibiendo cualquier contacto con su padre (Ada nunca le llegó a conocer), ya que le horrorizaba la idea de que su hija se convirtiera en un poeta bohemio como él.
Su educación estuvo a cargo de los mejores tutores existentes en el país; en particular, de Augustus De Morgan, uno de los profesores de mayor categoría en la Universidad de Londres.Tuvo vocaciones de analista y metafísica y a los 17 años, influenciada por Mary Somerville, comenzó sus estudios de matemáticas.El destino no contribuyó a la felicidad de Ada y a los 14 años sufrió parálisis (al igual que su padre), usó muletas y después un bastón durante varios años, aunque al recuperarse, logró convertirse en una hábil amazona.
En 1835, se casó con el octavo Barón William King y primer Conde de Lovelace.
Como desde temprana edad había estado interesada en los estudios de Babbage, después del nacimiento de su tercer hijo, Ada le escribe pidiéndole que le asistiera en sus estudios. Babbage aceptó que fuera su discípula y se convirtió en su tutor y un buen amigo de la familia.
En 1842, Ada realiza una detallada traducción y un análisis de la obra “Elements of Charles Babbage Analytical Machina”, del ingeniero italiano Luigi Federico Menabrea sobre la Máquina Analítica de Babbage, la primera calculadora analítica digital, precursora de las actuales computadoras y que Babbage jamás logró construir. En este estudio de la obra de Menabrea, Ada detalla y elabora, entre varios resultados, una excelente y rigurosa descripción de cómo dicha máquina podría ser programada para computar el número de Bernoulli.
En 1843, con 28 años, Lovelace tuvo perfeccionados los planes de Babbage para la Máquina Analítica y diseñó varios programas para hacer cálculos matemáticos avanzados con ella. En su notas personales, Ada Augusta dice que la Máquina solo podía dar información disponible que ya era conocida; es decir, que no podría originar conocimiento.
Una de sus geniales ideas fue la de que un cálculo grande podía contener muchas repeticiones en la misma secuencia de instrucciones, y ella notó que usando un salto condicional sería posible preparar solamente un juego de tarjetas para las instrucciones recurrentes. Así describió lo que nosotros ahora llamamos un “bucle” y una “subrutina”.
Sus ideas fueron extendidas un siglo más tarde por el matemático británico Alan M. Turing en 1937 y por John Von Neumann en 1946, ambos fundamentales en el desarrollo de la moderna computadora electrónica digital.
En 1843, Ada publicó su trabajo en Taylor’s Scientific Memoir sólo con sus iniciales (A.A.L.), ya que la revista científica, como todas las de la época, no recibía trabajos de mujeres.
Después de este triunfo científico, su salud declinó. Tras muchos tratamientos distintos, algunos basados en la aplicación de sanguijuelas y la continua administración de opio y morfina combinados con grandes cantidades de brandy, y otros en el mesmerismo, nunca logró recuperarse.
Murió en 1852 y fue enterrada junto a su padre en la iglesia de Hucknall Torkard, en Nottinghamshire.
Tras su muerte, su madre destruyó toda posible evidencia de la “escandalosa vida” de su hija. Babbage intentó publicar una memoria de Ada, pero fue anulado por los abogados de Lady Byron.
Sus memorias fueron publicadas como parte de un libro sobre la Máquina Analítica por Babbage en 1889, para después ser olvidadas hasta que los computadores fueron reinventadas durante la Segunda Guerra Mundial.
En 1977 Doris Langley Moore publica en Londres una biografía muy documentada de Ada, con el título “Ada Countess of Lovelace: Byron’s Legitimate Daugther”.
En 1989, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos (el mayor cliente de software del mundo) decidió unificar los más de 400 lenguajes que utilizaba en sus proyectos. Se determinó que solo trabajaría con software programado en un único lenguaje, que estaría a disposición de toda la comunidad informática. En honor de Lady Ada Lovelace se denominó “ADA” a ese lenguaje, ampliamente utilizado hoy día.